lunes, 20 de febrero de 2012

Bienvenida.

Para dar la bienvenida a este blog quiero ofrecer un extracto del pregón del año 2007de la Semana Santa de Málaga por Pedro Merino. Un pregón espectacular al que desde aqui le doi mi enhorabuena.

Y ahí va la pregunta que es un ruego: ¿Para cuándo, Excmo. Sr.
Alcalde, un monumento al nazareno? Si el cenachero, el biznaguero y el
festero, con justicia, tienen el suyo, ¿por qué no ha de tenerlo también
en esta Málaga nuestra el nazareno?... Respetuosamente se lo expongo y
se lo suplico, Señoría, en calidad de interesado en el expediente, porque
este pregonero, se lo confieso, quiere ser siempre nazareno:
Yo quiero ser nazareno de doloroso ruán negro con cirio rojo
sacramental, pero también con dorada palma Pollinica, con túnica
bordada de la cruz guía de La Expiración y pardo hábito franciscano
del Dulce Nombre.
Yo quiero ser penitente con capa blanca y cruz de Santiago de la
Virgen del Amor o del Señor de la Sentencia, y capa de damasco
grana de El Prendimiento, negro de la Virgen de la Caridad y de raso
amarillo de El Rescate.
Yo quiero llevar guantes negros de La Piedad y blancos guantes
también de Los Estudiantes, sandalias del Santo Traslado, sardineta
de El Huerto y faraona de Los Gitanos. Yo quiero ceñirme cíngulo de
seda morada de La Salutación, esparto de Santa Cruz y largo, larguísimo
cordón dorado del Nazareno del Paso. Y que no le falte a mi pecho el
escapulario dominico de La Estrella ni el blanco algodonado de La
Salud, ni el escudo mercedario de La Humildad ni racimos bordados
de Los Viñeros.
Yo quiero de La Sangre vestir terciopelo encarnado como el de La
Zamarrilla, y negro enlutado de «Mena», azul intenso de la Virgen de
la Paz y capa de noble brocado de La Misericordia.
Y portar quiero campanillas de Nueva Esperanza, hachas de
Servitas, bocinas de Las Penas, quitasangres de El Descendimiento,
cirios tiniebla de Salesianos, estandartes de El Sepulcro y bastones de
plata de los Dolores del Puente.
Yo quiero, sí, ser morado nazareno de Pasión y negro de La
Crucifixión y El Monte Calvario, blanco níveo de El Rocío y malva
enamorado de La Trinidad.
Y quiero capirote de plateado tisú de La Paloma y capirote
Fusionado también negro, verde, azul, rojo y blanco porque quiero,
para la túnica de mi alma, todos los colores nazarenos fundidos en el
blanco de El Resucitado para poder comulgar con vosotros, todos
juntos en la Eucarística Pascua, y para tomar la cruz guía de nuestra
Agrupación y proclamar dentro de una semana con Málaga entera: «¡Este
es el Sacramento de nuestra Fe: Anunciamos tu Muerte, proclamamos
tu Resurrección. Ven, Señor, Jesús!».26
Muchas gracias.